Si la respuesta a alguna de estas preguntas es afirmativa puede que el problema se deba a los DNS. Vamos a tratar de explicar qué son y para qué sirven sin entrar en demasiados tecnisismos.
Así como a cada teléfono conectado a una red telefónica le corresponde un número, a cada equipo conectado a una red le corresponde un número o serie de números. Por ejemplo, los números que corresponden con los equipos de Google son 208.117.253.59, lo que se conoce como IP. Pueden insertar esta dirección directamente en el navegador y verán que se muestra tranquilamente la página de Google.
Los DNS simplificando el proceso
El problema es que sería engorroso y poco práctico tener que recordar todos esos números (algo que debieron tener en cuenta los inventores del teléfono). Para solucionarlo se inventaron los DNS (Domain Name System, o sistema de nombres de dominio). La solución es simple:- A cada sitio se le asigna un nombre de dominio más fácil de recordar, como www.google.com o tecnicia.blogspot.com.ar.
- Nuestra computadora se conecta con un DNS y le envía el dominio.
- El DNS le contesta con la dirección IP que corresponde.
- Nuestro equipo guarda la IP en un lugar conocido como caché de DNS para no tener que volver a consultarlo cada vez que quiera entrar.
- Nuestro equipo se conecta usando la IP sin que el usuario lo note.
El problema: ¿qué DNS usar?
Normalmente nuestro equipos vienen configurados para utilizar automáticamente los DNS de nuestro proveedor de servicios de Internet. En algunos casos esto está bien, pero, por lo general, no suelen ser los más rápidos. Por suerte nosotros podemos elegir los DNS que más nos gusten. Hay cientos para elegir; si buscamos en Google u otro buscador encontraremos muchos.Un programa muy útil es Namebench (http://code.google.com/p/namebench/). En el podemos poner las direcciones de todos los DNS que nos gusten y, luego de un minucioso análisis, nos mostrará cuales son los más rápidos con resultados detallados que incluyen interesantes gráficos.
Los más comunes son los de Google (8.8.8.8 y 8.8.8.4, fáciles de recordar) y los de Open DNS (208.67.222.222 y 208.67.220.220).
El paso final: cambiar los DNS
En Windows XP:
- Hacemos clic derecho en el ícono Conexión de Área Local y luego en Estado.
- En el estado de la conexión cliqueamos en Propiedades.
- En la nueva ventana seleccionamos Protocolo Internet (TCP/IP) y Propiedades.
- Esta es la ventana donde escribiremos nuestras direcciones DNS. Primero marcaremos la opción Usar las siguientes direcciones de servidor DNS.
- Debajo de esta opción tenemos un espacio donde escribir los DNS. Notarán, si han realizado una busqueda por la Web, que las direcciones suelen venir de a dos, la principal y una secundaria por si esta falla (haciendo clic en Opciones avanzadas... pueden poner incluso más de dos).
En Windows 7:
- Hacemos clic en el ícono de Red que se encuentra junto al de volumen y luego en Abrir Centro de redes y recursos compartidos.
- En la ventana que aparece cliqueamos en nuestra conexión que normalmente será Conexión de área local.
- Continuamos a partir del paso 2 de Windows XP.
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