18 de diciembre de 2009
La revolución de la Web 2.0
Todos los años la revista Time elige a la persona que más influencia ha tenido en el mundo. El año 2006 el elegido fue muy especial: cada uno de los internautas que día a día generan toneladas de contenido en la Web 2.0. No cabe duda de que estamos viviendo una revolución. Desde las redes sociales hasta la Wikipedia, la forma de usar la Web ha cambiado.
En sus inicios los principales generadores de contenidos de los sitios Web eran los propios creadores, ya sean empresas, organizaciones o usuarios individuales. Pero cuando explotó la llamada "Burbuja de las Puntocom" y dejó de ser tan rentable crear páginas de contenido comerciales la Web empezó a cambiar. Ahora para tener éxito hay que crear sitios donde los internautas puedan colaborar creando o modificando el contenido o contactándose con otros usuarios. Blogs, redes sociales, wikis y sitios para ver videos demuestran que la nueva Web, la Web 2.0, puede ser todo un éxito.
Ante semejante revolución muchos se preguntan: ¿Cómo influirá la Web 2.0 en la forma en que nos informamos, conocemos personas, nos divertimos y, en resumen, en la forma en la que vivimos?
Muchos de los cambios serán, sin duda, positivos. Ahora la información no estará solo en manos de los periodistas, sino que cualquier persona con una conexión a Internet podrá dar, noticias, opinar y hasta protestar como lo haría cualquier periódico. Cualquier persona podrá expresar sus ideas sin temor a la censura, tanto a la de los gobiernos totalitarios como a la de las grandes empresas a las que a veces no les conviene que se publique cierta información. En general la información que recibamos será mucho más "democrática" o masiva.
Pero no todo es color de rosa. La capacidad que tiene Internet de que cualquiera publique la información que quiere sin ningún tipo de filtro es un arma de doble filo. Ya desde hace una década podemos observar como pederastas, terroristas y cualquier tipo de delincuentes utilizan la red para difundir sus actos con total impunidad. Tal vez sean casos extremos pero hay muchos más peligros de los que muchos creen.
Cuando la información estaba en manos de empresas de comunicaciones, editoriales y otros grupos podíamos encontrar información falsa o fraudulenta. Pero al menos había algún tipo de filtro. Uno no podía, por ejemplo, publicar un libro de medicina con información falsa o peligrosa porque sí. Hoy Internet nos permite hacer ese tipo de cosas. No es para volverse paranoico, pero debemos tener cuidado con la información que obtenemos en la Red.
Por otro lado, algunas personas suelen olvidar que la Web es un lugar público. Muchas colocan información confidencial, como el teléfono, la dirección de la casa o cualquier otro dato aparentemente inofensivo, de forma que cualquiera puede obtenerlo y usarlo para lo que quiera. Ya hay cientos de casos de robos de identidad y secuestros llevados a cabo con la información conseguida en una red social o un blog. Debemos recordar que todo lo que colocamos en Internet está al alcance de cualquiera y que mucha información que no parece importante puede usarse en nuestra contra.
Por último queremos señalar un problema que no parece tan grave comparado con los anteriores pero esta plagando la Web: la información basura. Cientos o miles de sitios son creados todos los días con spam, chistes tontos o de mal gusto, ataques contra personas conocidas y cosas por el estilo. A veces parece muy difícil encontrar la información que buscamos entre toda esa basura.
¿Es realmente para tanto? ¿No estaremos exagerando? Lo cierto es que la Web 2.0 trae tanto beneficios como desventajas. La tecnología no es el fin del mundo, pero tampoco la salvación de la humanidad. Todo es cuestión de usarla con cuidado y recordar que no todos los internautas tienen buenas intenciones. El tiempo dirá como influye la "nueva" Web en nuestra vidas.
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